Ya habéis oído millones de veces que como se habla con un niño condiciona tanto su relación con vosotros y con el resto del mundo, consigo mismo y hasta su desarrollo. Por ello, vamos a explicar hoy como conseguir decirle «no» sin que lo digas.
También nos ha pasado a todos que en un momento de frustración extrema hemos gritado a nuestro niñ@ y nos hemos sentido poco menos que Herodes. Cierto. Y pasará muchas otras veces…si éste fuera nuestro tono de comunicación normal con los niñ@s deberíamos sentirnos muy culpables, pero en caso contrario…pedir disculpas después es importante.
Dosificar el ‘No’
Hay una época larga en la niñez (que vuelve en la adolescencia) en la que los padres se sienten como policías, pareciendo que se pasan el día fustrando a su hij@ continuamente, diciendo ‘No’ todo el tiempo.
Bueno…pues así es. Es un ejercicio difícil, pero es muy enriquecedor intentar evitar el ‘NO’ sistemático…por ejemplo: en lugar de decir ‘No se abre la puerta´se puede cambiar a positivo y decir: »mamá es quien abre la puerta’, incluso si la cosa está tranquila y hay tiempo de reacción se puede aventurarse un ‘pero…¿Quién abre la puerta en casa?’
Veréis que este simple truco relaja mucho el nivel de frustración tanto vuestro como el de vuestro hij@…y reserva el ‘NO’ para las ocasiones ‘estelares’ y así no se convierte en algo rutinario y deja de surtir efecto.
¿Cuáles son estas ocasiones para las que se debe reservar el ‘NO’ y decirlo sin miedo, sin dudas y sin dar opciones?
Cuando, como diría Emi Pikler, se traspasa un ‘límite rojo‘. Es decir, cuando se hace daño a uno mismo, a otra persona o a un objeto.
‘NO se le da a tu compañero con una pala’ es completamente lícito y así debe transmitírsele al niño: hay cosas que se pueden negociar y preguntar, pero la agresión no es una de ellas.
¿Os imagináis a alguien diciéndole a un niñ@ que está pegando a otro con una pala en la cabeza:
‘Perdona, ¿Crees que está bien que le des a este niñ@ con esa pala en la cabeza?’
Cierto que puedes hacerlo como una pregunta retórica y con cara de pocos amigos…pero los niños a lo mejor no cogen demasiado bien ese concepto, asi que un ‘NO’ a tiempo es aconsejable.
El tema del lenguaje con el niño es extensísimo y seguro que volveré sobre él en otras ocasiones…por ahora será otra historia que deberá ser contada en otra ocasión.
Susana Ambrosy
Esto me encanta que se hable sobre este tema, la verdad es muy complicado cambiar el no en una frase positiva dándole la vuelta a la situación de una mejor forma e incluso más comprensiva pero no dura como es el No. Quisiera lograr esto, pues es lo que quiero transmitir a mi hija, estamos trabajando en ello aunk debo decir k es muy difícil cuando en realidad estamos acostumbrados a escuchar esa palabra tantas veces desde peques, así que me parece genial k se fomente y se practique, es una forma de tratarlos con más respeto y amor a nuestros hijos