Un año más llega el cambio de hora de invierno, y es un cambio temido para muchos padres. Al ser una alteración forzada se tarda algún tiempo en ajustar el biorritmo…os damos algunos consejos para sobrevivir a la experiencia con más dignidad:
- Cambiar los horarios de manera gradual durante la semana anterior:
Para que el cambio no sea tan radical, podemos adelantar todos las rutinas horarias (hora de dormir, cena, baño, etc.) 15 mins cada dos días…no es que seamos muy amigos de ir por ahí con el reloj, pero en este caso va a ayudar a que en una semana todo el mundo esté adaptado.
- Eliminar fuentes de luz por la mañana
Al cambiar la hora, todo el mundo querrá irse a la cama antes ya que habrá menos luz por la tarde…pero entonces la hora de despertar puede también adelantarse considerablemente. Es buena idea bajar las persianas o bloquear la luz natural de alguna forma hasta la hora deseada para despertarse.
- Jugar con el/la niño/a o mantenerles ocupados con la rutina diaria hasta la hora de dormir
Como anochece antes, es muy probable que todos nos queramos ir a la cama antes…pero como ya hemos mencionado el peligro es que también se adelante mucho la hora de despertar. Para evitarlo podemos alargar la rutina baño/cena/cuento y/o jugar activamente hasta más tarde.
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